Resumen: Marx, Capital, «Fetichismo de la mercancía» y «Transformación del dinero en capital»

Karl Marx, El capital, I.4 «El carácter fetichista de la mercancía» y IV. «La transformación del dinero en capital»
Resumen de Magaly Alcántara

Durante el desarrollo del primer capítulo del Capital (Tomo I), Karl Marx empieza abordando la mercancía en un análisis deductivo  que busca criticar a la economía política. En el apartado cuatro de este capítulo explica la configuración de la mercancía como fetiche. Y en el capítulo cuarto verá cómo, mediante la circulación de esta mercancía, se dará origen al proceso de la conversión del dinero en capital.

El carácter fetichista de la mercancía

A simple vista, sólo vemos en la mercancía su valor de uso, y no podemos vislumbrar su carácter misterioso ocultado a nuestra concepción inmediata porque la tenemos en cuenta como simple objeto que mediante sus propiedades especificas es un satisfactor de necesidades humanas. Mediante su actividad, el hombre altera las formas de las materias naturales de manera que le sean útiles. Cuando se modifica, el objeto aún conserva elementos de su forma natural: es todavía una cosa accesible a nuestros sentidos. Pero cuando este objeto entra como mercancía, se torna en algo fuera del alcance de nuestros sentidos.

Por lo tanto esta forma mística de la mercancía no deriva de su valor de uso ni del contenido de las determinaciones del valor. Los atributos de una mercancía se manifiestan durante el intercambio, cuando los productores entran en contacto; sin embargo, no se ponen de manifiesto como relaciones sociales. Para intercambiar dos mercancías se necesitan equiparar mediante un trabajo abstracto, porque intercambiar una mercancía por otra no equivale a una relación de tipo física, sino que este intercambio se da en torno al valor de su trabajo, demostrando así que este tipo de acción no corresponde  a una relación natural, sino a un intercambio entre objetos de orden social.

De esta forma se puede ver que el carácter místico de la mercancía proviene de cuando la asumimos solamente como una relación entre objetos existentes al margen de los productores y olvidamos que esta mercancía se constituye obligadamente por un trabajo humano. Las verdaderas bases de la producción, que son estas relaciones sociales, quedan ocultas. Entonces, el carácter fetichista de las mercancías deriva de esta representación falsa del hombre respecto a las mercancías y las relaciones de producción. En esta concepción, el hombre se da una idea ilusoria de que las mercancías, por su propia naturaleza, poseen ciertas propiedades misteriosas que la dotan de una voluntad independiente a la de sus productores. Esta forma fetichista desaparecerá cuando se aniquile al capitalismo como modo de producción.

Conversión del dinero en capital

La circulación de las mercancías será el punto de partida del capital. La primera forma de manifestación de este capital es el dinero. Todo nuevo capital entra por vez primera al mercado siempre como dinero. Este dinero a través de diversos procesos ha de convertirse en capital. El dinero estará dado en dos formas dependiendo del tipo de circulación: M-D-M que hace referencia del dinero en cuanto dinero y la forma D-M-D que será usada para el dinero en cuanto capital.

La forma directa de la circulación mercantil será M-D-M,  esto es el “vender para comprar”. El dinero se transforma en mercancía que presta servicios como valor de uso, pero la forma que interesa es D-M-D, el “comprar para vender”. El comprador da dinero con la mira de percibirlo en su calidad de vendedor. Al comprar la mercancía lanza dinero a la circulación para retirarlo de ella mediante la venta de la misma mercancía; el dinero que en su movimiento se ajusta a este tipo de circulación, se transforma en capital.

Si se examina esta forma (D-M-D) se verá que esta recorre la misma circulación que la forma mercantil simple: en la compra (D-M), el dinero se transforma en mercancía; en la segunda fase (M-D), que es la venta, la mercancía se reconvierte en dinero. “Pero la unidad de ambas fases configura el movimiento global que cambia dinero por mercancía y la misma mercancía nuevamente por dinero.” De este proceso resultará el intercambio del dinero por dinero (D-D). Ahora bien, la circulación D-M-D sería absurda si quisiéramos cambiar un valor dinerario cualquiera por el mismo valor dinerario. Por lo tanto, en realidad estamos ante el ciclo D-M-D’. Si en M-D-M el dinero corre y se aleja de su punto inicial, en D-M-D’ sucede lo contrario: refluye siempre a su punto de partida. En este ciclo, el “motivo impulsor y su objetivo determinante es el valor de cambio mismo”.

Esto significa que D’ = D + ∆D, y este incremento de dinero es el  plusvalor. Tal elemento será lo que constituirá el dinero en capital.

2 comentarios:

  1. Muy buen resume y explicacion del fetichismo en la mercancia!

    Exitos desde la Argentina!

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  2. Buenisimo...para la proxima semana tenemos: el manifiesto comunista...solo te digo. Felicitaciones

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