Resumen: Althusser. Aparatos ideológicos del Estado

Louis Althusser, «Ideología y aparatos ideológicos del Estado» en La filosofía como arma de la revolución, México, Siglo XXI, 1968, pp.102-151.
Por Ixchel Uribe

La sociedad sólo puede sobrevivir reproduciendo las condiciones de producción al mismo tiempo que produce, por lo que el fin último de la producción es la reproducción de condiciones de producción: fuerzas productivas y relaciones de producción existentes.

Para que la fuerza de trabajo pueda reproducirse necesita del salario, pero sólo representa lo indispensable (vestido, casa, alimentos) para que pueda presentarse a trabajar al día siguiente, así como lo necesario para que pueda criar y educar a sus hijos en los que se reproducirá el proletariado pues en un futuro esos niños se convertirán en trabajadores. Estas necesidades que satisface el salario no sólo son de carácter biológico sino también son necesidades de un mínimo histórico y que son diferentes en cada lugar o grupo social del que se es parte.

La fuerza de trabajo debe ser competente; esto se logra con mano de obra calificada, de acuerdo con la división del trabajo. Para asegurar la reproducción de la calificación de la fuerza de trabajo, es indispensable la educación capitalista, ya que en la escuela se aprenden habilidades rudimentarias o profundas que sirven para cada puesto de la producción.

La escuela inculca reglas establecidas por la clase dominante y que favorecen la reproducción de la sumisión a la ideología dominante que asegura la permanencia de la clase dominante. La reproducción de la calificación de la fuerza de trabajo se alcanza gracias a las formas de sometimiento ideológico.

Para hablar sobre la reproducción de las Relaciones de producción, Althusser muestra que es necesario determinar qué es la sociedad, retomando lo establecido por Marx, en cuanto a que la sociedad está constituida por niveles articulados entre sí por la infraestructura (fuerzas productivas y relaciones de producción) y superestructura (formada por dos niveles: jurídico político y la ideología), en el que hay un índice de eficacia en donde todo lo que ocurre en la superestructura está determinado por la infraestructura. Crítica esta metáfora señalando que ésta se mantiene en el plano descriptivo.

El Estado es considerado como un aparato represivo que permite a la clase dominante mantener su posición respecto a la clase obrera sobre la cual debe mantener su sometimiento, siendo esta su función fundamental.

Debe hacerse la distinción entre el poder de Estado y el aparato de Estado. El poder de Estado es la toma o conservación del poder, es el objetivo de la lucha de clases. Los aparatos de Estado se encuentran formados por el gobierno, la administración, el ejército, la policía; etc., son aparatos represivos porque hacen uso de la violencia para mantener el orden establecido. 

Los aparatos ideológicos del Estado, indispensables para el progreso de la teoría del Estado, se encuentran en instituciones: religiosas, escolares, jurídicas, políticas, culturales, la familia; etc. La diferencia entre ellos y los aparatos represivos radica en que estos últimos basan su funcionamiento en el uso de la violencia y es de carácter público; en cambio en los aparatos ideológicos del Estado su funcionamiento deriva de la ideología y en su mayoría son de carácter privado.
Cada aparato de Estado funciona en primer lugar mediante la represión y en segundo lugar con la ideología y viceversa dependiendo del aparato de Estado del que se hable.

Los aparatos ideológicos del Estado se rigen bajo la ideología dominante, es decir, la de la clase dominante, la que tiene el poder en sus manos y que dispone de los aparatos represivos del Estado. Althusser  señala que la clase dominante no puede mantenerse en el poder si no expande su domino a estos aparatos ideológicos, por lo que se convierten a su vez en objetivo de la lucha de clases.     


La escuela forma a sus estudiantes bajo lo establecido por la ideología dominante, que en un futuro de acuerdo a su situación de explotado, agente de explotación o represión y como profesionales estarán empapados de ella.  Con el aprendizaje de habilidades puede alcanzarse parte de la reproducción de las relaciones de producción y aunque se tenga la concepción de que la escuela es un recinto neutro, libre, sin ideología, siempre tendrá la influencia de la ideología dominante,  favoreciendo la reproducción de las  relaciones de producción.

Sobre una teoría de las ideologías, Althusser señala que sólo son reflejo de los modos de producción, por lo que estas no tienen historia. La ideología es vista como una ilusión, pues su historia está fuera de ella.

La estructura  y funcionamiento de la ideología surgen de una realidad no histórica, en el sentido de que su estructura y funcionamiento como elementos inmutables están presentes en la historia de la lucha de clases. La ideología es eterna en un sentido análogo a la «eternidad» del inconsciente de Freud.

Tesis 1: la ideología representa una relación imaginaria de los individuos con sus condiciones reales de existencia.

Las ideologías son consideradas como concepciones del mundo; esas concepciones son imaginarias, que desde un punto de vista crítico al ser imaginarias no corresponden a la realidad. Sin embargo, hacen referencia a ella, pues al ser interpretadas encuentran en su representación imaginaria del mundo la realidad de este.

En la representación imaginaria del mundo se reflejan las condiciones de existencia del hombre en su mundo real: se representa la relación entre los hombres y sus condiciones de existencia, la relación de los hombres con las relaciones de producción.

Tesis 2: La Ideología tiene una existencia material.

Las ideas de las que está compuesta la ideología tienen existencia material.

Un individuo que cree en algo, sustenta lo que cree en sus ideas. Como sujeto, su comportamiento es acorde con la ideología que adopta. En sus actos, en la práctica material se manifiestan las ideas en las que cree. Si no lo hace, entonces cree en otra cosa.


Althusser propone que la ideología sólo existe por y para el sujeto. La función de la ideología es constituir individuos concretos en sujetos. La ideología lleva a cabo dos funciones: reconocimiento y desconocimiento. En cuanto a su relación con la categoría de sujeto, ejerce su función de reconocimiento pues el ser sujeto es una evidencia, es algo que no puede dejar de reconocerse. La ideología tiene como función reclutar sujetos entre individuos, esto es, la de transformar individuos en sujetos por medio de la interpelación.

Lo que parece que sucede fuera de la ideología en realidad pasa en la ideología, por eso quienes señalan que están fuera de la ideología en realidad están dentro de ella. Esta negación es un efecto de la ideología: se necesita estar fuera de la ideología (en conocimiento científico) para poder decir que se está o se estaba en ella.
La estructura de la ideología especular (de espejo) y redoblada interpela a los individuos como sujetos en relación con un Sujeto que es único y absoluto que da lugar a 3 tipos de reconocimiento: entre sujetos; entre sujetos y el Sujeto absoluto. Se tiene la garantía de que todo está bien, siempre que los sujetos reconozcan lo que «son» y actúen en consecuencia, con la ideología. Al señalar Althusser que los individuos marchan solos se refiere a un efecto que reside en la ambigüedad del término sujeto al cual puede considerarse como una subjetividad libre, como ser responsable; o en segundo lugar como un ser sojuzgado sometido a otro Sujeto, sin otra libertad que la aceptación de su condición. Por lo tanto la interpelación del sujeto como ser libre es para que él se someta a otro Sujeto aceptando voluntariamente su sujeción, y de esta forma se asegura la reproducción de las relaciones de producción, pues el hombre se comportará de acuerdo con la ideología.

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