16.11 Lukács. Autoconciencia de la cosa

Bitácora de la sesión del 16 de noviembre de 2011
Por Enrique Cervantes

Anteriormente vimos que la mercancía es un objeto para el hombre, un satisfactor de necesidades. Asimismo, el hombre también se vuelve un objeto al vender su fuerza de trabajo  como mercancía.

Primero, analizamos al hombre como sujeto (S); después, a la mercancía como objeto (O). Para comprender al objeto, el sujeto tiene que marcar una distancia, es decir, objetivar en este caso la mercancía;, y es en esta distancia que el sujeto tiene que criticar al objeto y no solo aceptar como realidad total del objeto su mera apariencia. Esta es una acción inmediata. Mediante este proceso de someter a cuestionamiento la falsa realidad que se presenta del objeto con respecto a su apariencia, es como podremos conocer su «verdad».

Ahora bien, en estas condiciones, el objeto tiene una existencia independiente, «en sí». Usamos el termino desantropomorfizar para referirnos al intento de eliminar del conocimiento los aspectos míticos que proyecta el ser humano.


El sujeto se aleja así de lo real para superar su propia subjetividad. Es decir, el objeto (cosa, mercancía, mundo) lo creó el sujeto, y la apariencia que tiene tal objeto cubre su propia naturaleza. Es esta apariencia la que el sujeto tiene que criticar para desubjetivarse él mismo.

Después analizamos la cosificación.

La distancia entre el sujeto y el objeto es pensada como una relación de trabajo, determinada por las condiciones materiales. Al intentar comprender un objeto que es creado por él mismo, comprende entonces que hay una distancia entre él y el producto de su trabajo: lo que ha producido no le pertenece, pues no puede disponer de ese producto libremente. No poder disponer de su producto también creará una conciencia en el hombre de que él también es un objeto, una «cosa», una herramienta para un sistema que es el que le impide disponer del producto de su trabajo.

El trabajador que es a la vez sujeto y objeto, marcará la distancia de él mismo como objeto, y a la vez de él mismo como sujeto. Entonces el trabajador se convierte en la mercancía por excelencia, y adquiere conciencia de su ser explotado.

4 comentarios:

  1. ¿En la cosificación pueden entran l@s "Espos@s Trofeos", cómo?

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  2. WTF!? ¿¿Quién pregunto eso??

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  3. al adquirir conciencia de lo que soy adquiero conciencia de lo que no soy: autoconciencia de la cosa. La autoconciencia del proletariado solo tiene sentido con la conciencia de clase.

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